lunes, 8 de agosto de 2011

Vidas Vacias

"No hay existencia más vacía que la que carece de un propósito superior a sí misma".

Ensimismados en un egoísmo enfermizo, somos criaturas capaces de traicionar a nuestros más queridos principios con tal de obtener el éxito anhelado. Egoístas, celosos, envidiosos, marchamos por la vida exhibiendo las llagas de nuestra desolación, nada parece conformarnos, nada parece ser suficiente para nosotros.

La única especie que se auto-devora, la única capaz de romper el equilbrio natural. Una especie elegida por los dioses. Con el atributo de crear y la capacidad de entristecer hasta la muerte.

Mientras veía aquella película de samurais, me preguntaba: "qué nos diferencia de ellos?", '"qué nos hace tan tremendamente inferiores?

Al mismo tiempo, el dueño del negocio mas bello del barrio, un señor que  habita una casa lujosa, con una maquesina llena de carros europeos, se rebajaba a ser rechazado por una empleada joven.

Queremos poseerlo todo, tener sexo con todas las mujeres (incluso las esposas de nuestros amigos), ser propietarios de todos los carros, comprar "La Ponderosa" y exhibirla como lo hacía el legendario Mr. Cartwridge.

Y aún lográndolo, nuestras vidas continúan siendo vacías.

La mayoria de nosotros,aunque sepamos todo esto, continuamos con nuestro periplo "en automático" sin hacer cambios; apagando la desesperación con zanax o vodka.

Hace unos dias un amigo muy querido me confesaba que sentía que su vida no tenia contenido, a pesar de su exitosa profesión, no hallaba sentido a su vida. Le pregunté que hacía por su espiritu. "Voy a la iglesia", respondio. Te sirve de algo?, dije. "No" fue su respuesta... pero continua yendo todos los domingos.

Mucha gente siente que su practica religiosa también esta vacía... pero continúa en ella, sobre todo para no ser criticada por su comunidad. Una pena. Todos los hombres poseen espíritu, pero poseyendolo, hablando de él y oyendo a otros hablar de él, muy pocos comprenden de qué se trata.

Y esto incluye a los sacerdotes.

Unos son ateos, otros pentecostales, cristianos o budistas; en el fondo, casi todos, remiten su práctica religiosa al ámbito del  templo y su aprendizaje a las palabras del sacerdote o líder del grupo. A la media hora de salir del templo, vuelven a ser las criaturas llenas de llagas que son habitualmente.

No nos engañemos: esto lleva a la violencia, el suicido, el alcoholismo, la adicción a drogas, trabajo o sexo; o, al menos, a llevar una existencia sumergida en el sufrimiento.

Hasta aqui el planteo del problema, al que le inventamos soluciones fuera de nosotros mismos, como aumentar los efectivos policiales (?) o ser cada dia mas condescendientes con nosotros mismos.

Pero las soluciones reales ya han sido declaradas, sólo que nadie lee sobre ellas y mucho menos las practica.

A los que, por lo menos, tienen consciencia de su condición, les sugiero que se acerquen a personas que ustedes vean "diferentes", notoriamente felices, con existencias aparentemente ordenadas y gratas. Acérquense a ellas y pregunten como lo lograron... y, saben qué... hagan algo por imitarlos.

Con el tiempo descubrirán, como yo y muchos otros, que la existencia no tiene sentido sin un propóstito que la supere. Y la busqueda de ese propósito es, en si misma, la felicidad.

Keitaro

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