viernes, 29 de julio de 2011

La medicina como kiosko



La salud es, sin dudas, nuestro más preciado tesoro.


Será por eso que se ha convertido en un gran negocio para médicos corruptos, aseguradoras y empresas farmacéuticas.


Desde el facultativo que llena su sala de espera con pacientes que aguardan por su cita durante horas, para luego despacharlos con un atención despersonalizada e irresponsable, hasta la industria que fabrica y obliga a la aplicación de vacunas que dañan la salud hasta el punto de producir la enfermedad que dicen prevenir; tenemos un largo corredor de delincuentes que se benefician con el valor que le damos a nuestra vida.


Denunciarlos es nuestra unica arma. Los pacientes deben concurrir a los centros de defensa del paciente o de disciplina médica y denunciar la mala atención de los facultativos, cuando esta sea realidad. Los mismos medicos responsables y verdaderamente profesionales (la mayoría) deben denunciar a sus camaradas corruptos pues dañan la salud de la problación y el   prestigio de su profesion.


Negarnos a ser vacunados y defender a nuestros hijos de este negocio cruel es un derecho constitucional en la mayoría de los países libres. Averigue acerca de las vacunas que quieren aplicarle, sobre todo las que son obligatorias, existen recursos legales que nos liberan de la obligación de vacunarnos (y contaminarnos)




No seamos corderos. La responsabilidad de nuestras vidas es nuestra. El precio de este negocio despiadado lo pagamos con sufrimiento.

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