Aunque la figura romántica y casi indestructible del heroe de V de Vendetta haya sido de maxima importancia en el mensaje del film, es importante recalcar que la victoria final se produce por el compromiso en masa del pueblo.
Así, el héroe induce, primero, a la difusión de la verdad con respecto a los engaños a que habían sido sometidos para lograr su dominación; segundo, anulando los dos recursos de estupidización: la prensa y la iglesia, para, luego, revelar la verdadera naturaleza de los que ocupaban el poder, concientizándolos de que no podían confiar los unos en los otros.
Finalmente, disuelta la enfermedad social, devuelve el poder a sus verdaderos portadores: los individuos.
El proceso es sintético y fantásticamente eficiente, aunque, tal vez, no muy realista.
En la vida real, la maquinaria es un poco más compleja y el pueblo menos comprometido.
Y es por esto que necesitamos del despertar de consciencia para no caer en los facilismos de las armas y las mal llamadas revoluciones, de las que hemos tenido muchas, demasiadas.
Que quede claro que el terrorismo es el recurso de los autoritarios, de la misma forma que la verdad es el recurso de quienes utilizan la razón.
No podemos establecer una sociedad pacífica y amorosa, sobre los cadáveres de una revuelta sangrienta.
Cómo hacerlo entonces? Primero necesitamos una real fe en la VIDA, una fe que nos lleve a reflexionar sobre el flujo de la existencia, sus motivaciones y las razones por las cuales habitamos este universo. Un recurso de sabiduría y compasión que supere la parafernalia de la prensa y los medios.
Necesitamos una consciencia aguda como una espada samurai y un puño incontenible.
Y necesitamos tener esa vocacion incuestionable de saber la verdad y difundirla, para que nunca mas nuestros oidos sean atrapados por las mentiras de quienes quieren quedarse con todo.
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