viernes, 9 de diciembre de 2011

La belleza en medio del fango o cómo la injusticia genera violencia

En algunos ámbitos se ha hecho de la "positividad" una especie de filosofía histérica donde se aboga por el 'todo esta bien", amemonos los unos a los otros y envia solo ondas de amor...

En lo que a mi respecta, no veo que el mundo este bien, ni haya mejorado apenas una pulgada, aún cuando los guerreros de la luz juntan sus manos en oración de protección a la Tierra.

No nos confundamos: reconozco su derecho a hacer lo que quieran y su buena intención... pero me parecen un poco naiv en momentos en que las cosas han tomado un matiz algo desesperante.

Hago la observación de que para hacer algún cambio debemos, primero, saber exactamente dónde estamos parados y qué cosas debemos cambiar.

Por ejemplo, en el blog anterior hacia mención a algo que sucede a menudo: la gente se mata para obtener cargos en las instituciones, para sacar beneficios de ello, generalmente a costa del sufrimiento de sus subordinados, sobre todo de aquellos que son productivos y creativos.

Los invito a leer mi blog sobre el desmantelamiento de una sociedad, en el cual menciono, también, actos similares.

El caso que cito es real y ocurrió ayer mismo, no puedo dar más detalles porque me quedaría sin trabajo de inmediato.

Pero es bastante desalentador ver que profesionales con trayectoria, con una posición económica ventajosa, desbaratan los anhelos de progreso de otras personas, condenándolos al anonimato y la pobreza, sólo para obtener méritos de ideas que no son suyas y para las cuales no poseen siquiera el know-how mínimo necesario.

Dentro de un sistema que protege al pudiente por sobre el humilde y al empleador por sobre el empleado, las personas creativas que trabajan en relación de dependencia no podrán, jamás, progresar en virtud de sus capacidades.

Esto es injusto... y la injusticia es la causa original de la violencia.

Así que si os preguntáis por qué vivis en un mundo violento, la respuesta es: porque no hay justicia en él.

Porque estos señores no terminan allí con sus pretensiones, no les basta robarte la idea, el mérito y los beneficios... van a querer que "colabores" con ellos,  bajo pena de perder el empleo si no lo haces... claro está... si no pueden ellos solos llevar adelante lo que tú has creado...

Pero esto no es todo... Esta misma gentuza, gracias a tu proyecto, opta a puestos en comites gubernamentales, ocupando lugares en los cuales no pueden aportar nada. Son responsables de que las cosas no funcionen y se utilicen mal los fondos que son destinados a obras necesarias en la infraestructura social.

El resultado de su gestión es más ineficiencia y más injusticia... y más violencia social...

La denuncia es el primer paso necesario para combatir esta forma de delincuencia. No esperéis verlos engrillados, no hay ley que condene la ambición desmedida o la falta de ética; pero, por lo menos, sería bueno que todo el mundo estuviera advertido de la presencia de esta clase de gente.





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