He tenido tiempos de
trabajo solitario. Tiempos de reclusion en la cueva, el vientre
materno, la oscuridad donde se gestan las ideas. Como el bebé antes
del parto, necesite de la proteccion y el alimento mientras la idea
crecia, esta vez, dentro de mi.
En esos períodos, me
recluía en la marisma de las escrituras sagradas, los tratados
filosóficos y las grandes teorías científicas. Tiempo de alimento.
Tiempo de elaboración y reflexión.
Cerraba mis ojos y tocaba
el centro-de-mi-mismo con la punta de mis dedos. Alaya, la
consciencia que nunca muere...
Pero hubo un tiempo en
que los jovenes comenzaron a acercarse a mí, a pedir alimento. Yo
les decía: nada tengo para darles. Insistían. Y como saben que
tengo algo para darles?. “Porque brilla” aclaraban...
Entonces fue que sali
nuevamente a las calles.
Y en las calles vi que la
gente comun sufre... mucho. Los hay ricos y los hay pobres, pero
todos tienen algo en comun: el sufrimiento. Sus vidas son
desordenadas. Les ocurren cosas inesperadas. No controlan sus
emociones ni sus pensamientos. Su karma es cada vez más negativo
debido a sus propias acciones irresponsables. Lloran y se quejan todo
el tiempo. Se traicionan. Se agreden.
Un verdadero infierno, de
sufrimiento incesante.
Demasiado trabajo para un
solo hombre...
Si tienes sabiduría, la
sabiduría cura, la sabiduría quita la sed, alimenta, complace... La
sabiduría tiene el poder de reducir el karma negativo. Pero, aún
con sabiduría... es demasiado trabajo para un solo hombre... una
sola luz... una inmensa oscuridad...
Entonces, cada joven que
se acercó a mi en el pasado, se puso a mi lado... y cada uno tenia
una luz en sus manos... algunas mas pequeñas que otras, pero todas
iluminaban... y asi fue que hicimos retroceder a la oscuridad.
Y esto es porque CADA
PERSONA PORTADORA DE LUZ, LO ES Y LO HA SIDO EN EL PASADO REMOTO,
CUANDO, FRENTE AL BUDA ORIGINAL, NOS JURAMENTAMOS PARA MANTENER
ENCENDIDA LA FLAMA DE LA SABIDURIA AÚN EN LOS TIEMPOS MAS OSCUROS...
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